La utilización
de las células madre de esta fruta en los tratamientos faciales crece día a
día. También es antioxidante, astringente y bactericida. Una especialista
argentina enumeró a Infobae.com sus beneficios
La vorágine en
el avance de la tecnología, en lo que a tratamientos de belleza se refiere, no
para de sorprender. A las terapias poco o no invasivas se suman día a día
novedades, nacidas en los laboratorios más exclusivos y modernos del mundo y
siempre en pos de la estética.
En ese grupo se
encuentran las células madre vegetales, que desde 2008 son utilizadas por los
especialistas en cosmetología y los médicos dermatólogos para tratamientos de
belleza.
Consultada por Infobae.com, María
Cristina Uezen, farmacéutica y especialista en química cosmética, explicó
el método que hace seis meses ella creó en la Argentina, que incluye las
células madre de la uva.
“La
implementación de las células madre de uva es nueva. En 2008 se creó una
técnica novedosa por biotecnología en Suiza, que incluso tuvo una repercusión
muy importante dentro de la cosmética, con el premio Incosmetic 2008″, contó la
experta, al tiempo que agregó: “A partir de ella se obtuvieron tres
células madre vegetales diferentes. Una es la de la manzana, otra es la de la
uva y otra es la de la rosa alpina. Y nosotros elegimos usar la de la uva”.
Para fundamentar
su decisión, Uezen sostuvo que las células madre del fruto de la vid cuentan
con propiedades que superan a las de los otros vegetales testeados.
“Todas las tres
células vegetales que se obtienen por esa tecnología tienen las mismas
características, que sondar vitalidad a la piel, a las células madre de la
piel, que están en la capa basal y sólo constituyen de un 2 a un 7% de células
madre en ese órgano. Como están en pequeña cantidad, hay que protegerlas“,
indicó, en principio, la especialista.
Añadió que “las
tres tecnologías sirven para proteger, revitalizar y regenerar, pero las
células madre de la uva tienen otra función más que no tienen las otras dos, ni
las de la manzana ni las de la rosa alpina, que es la de proteger también a las
células madre de la capa basal piel de los daños que puede causar la radiación
ultravioleta”.
La acción del
sol es, entonces, uno de los principales enemigos a combatir por este
tratamiento. “Aunque se use un protector solar, siempre algún rayo pasa a la
piel y la daña, generando toxinas y radicales libres. Y la uva tiene la
propiedad para contrarrestar esos daños y esas toxinas, por eso la elegí”,
comentó.
La utilización
de la uva en los tratamientos de belleza lleva el nombre de ampeloterapia,
terapia que emplea el fruto de la vid y sus derivados (vino) en
combinaciones con fangos y algas (envolturas) con fines estéticos y
terapéuticos.
Entre los
principales beneficios de la uva se encuentran que es antioxidante,
blanqueadora y regeneradora celular; retarda el envejecimiento y estimula la
producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico; favorece y estimula la
circulación sanguínea –la elasticidad a las arterias, venas y capilares-;
estimula la energía y combate la fatiga; y tiene efectos antiinflamatorios,
astringentes, bactericidas y cicatrizantes.
Tratamientos
La uva es
utilizada por Uezen, pionera en el país, como complemento nutritivo de la
piel luego de una terapia de peeling secuencial. “El peeling en sí mismo no se
hace con la uva, sino que ésta está incorporada en un tratamiento que se hace
luego, de nutrición. Los peelings renuevan la piel y la prepara para que
penetren mejor los activos que se colocan después. Ahí es donde se incorporan
las células madre de la uva”, explicó.
En tanto, existe
otra terapia, llamada por la doctora “Sin Edad”, que no implica la
realización previa de un peeling. Aún no lanzado al público, los especialistas
en medicina cosmética lo aconsejan para nutrir la piel, y puede aplicarse
hacerse de manera ambulatoria.
“En el
tratamiento agregué también un complejo mineral que es bio-energizante, para
que se cumpla mejor el mecanismo de renovación celular, y algunos otros
detalles para completar y enriquecer la fórmula”, señaló Uezen.
A consulta se
acercan, en general, mujeres a partir de los 40 años, aunque consideró que “no
estaría mal que a partir de los 30 comenzara a utilizar la técnica todo el
mundo”, debido a que no cuenta con contraindicaciones.
Por Barbara
Roesler Gracias a infobae.com
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