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jueves, 25 de agosto de 2011

La falta de sueño eleva el riesgo de obesidad


Falta de sueño eleva riesgo de obesidad

Quizá dormir un poco más le ayude a perder peso. Según un estudio publicado en Estados Unidos, las personas que descansan poco no queman suficientes calorías como para adelgazar
JUEVES 11 DE AGOSTO DE 2011

Un estudio publicado porl American Journal of Clinical Nutrition de Estados Unidos, revela que existe una relación entre la falta de sueño y el incremento de peso, debido a que las personas que descansan muy poco comen más y no queman calorías adicionales. 

Aproximadamente entre 50 y 70 millones de residentes estadounidenses -incluida una cantidad importante de trabajadores con horarios rotativos- padecen privación crónica de descanso y trastornos del sueño, de acuerdo al Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
 

"Si usted está intentando controlar su peso, sería útil no privarse de dormir", dijo el encargado de dirigir el estudio Marie-Pierre St-Onge, del Centro de Investigación de la Obesidad de Nueva York.
 

Aunque la investigación más reciente no prueba que la falta de sueño haga que las personas engorden, muestra que dormir bien debería ser una prioridad, reporta el estudio difundido por Reuter.
 

St-Onge y sus colegas reclutaron a 30 hombres y mujeres de 30 a 50 años, todos con peso normal. Los participantes vivieron y durmieron en un centro de investigación durante dos períodos distintos de cinco noches cada uno.
 

Durante uno de los lapsos estudiados, se les permitió dormir nueve horas por noche. En el otro período, sólo pudieron dormir cuatro horas. En ambos casos, recibieron una dieta estricta los primeros cuatro días de estadía y se les permitió comer lo que quisieran el quinto y último día de cada lapso.
 

Pruebas mostraron que más allá de qué esquema de sueño siguieran, las personas quemaban una cantidad similar de calorías, cerca de unas 2.600 por día.
 

Pero cuando se les quitaban horas de sueño, ingerían unas 300 calorías más, aproximadamente, al final de cada día de estudio, comparado con cuando descansaban normalmente.
 

Los participantes que dormían bien consumían en promedio 2.500 calorías diarias; mientras que aquellos que fueron obligados a dormir menos, consumieron 2.800. Además, los participantes que descansaron menos horas, confesaron sentirse más lentos y menos energéticos.
 

Si eso se mantuviera en la vida diaria de una persona, colocaría a quienes no duermen bien en mayor riesgo de desarrollar obesidad, señalaron los autores.
 

Hay algunas explicaciones posibles detrás de esta relación entre el sueño y la alimentación, teniendo en cuenta que estudios previos ya demostraron que las personas que duermen poco queman menos calorías.
 

Una es que el sueño "parece jugar un papel clave en cómo el cuerpo maneja las hormonas que controlar cuánto hambre tenemos, cuándo tenemos hambre y qué tipos de alimentos deseamos", dijo Michael Grandner, estudioso del sueño y sus trastornos en la University of Pennsylvania en Filadelfia.
 

Grandner añadió que es posible que la relación se dé en ambos sentidos y que comer mucha cantidad de ciertos tipos de alimentos pueda perjudicar el esquema de sueño de una persona, o que alguien con un trabajo estresante duerma muy poco y coma demasiado como resultado.
 

Otra explicación es que cuando las personas están cansadas tendrían más problemas para tomar decisiones alimenticias saludables.
 

"Descansar mal también se ha relacionado con otros problemas de salud, como la enfermedad cardiaca y la diabetes, que tienen sus propias asociaciones con el peso, lo que complica aun más el panorama -dice St-Onge- los resultados muestran que el sueño debería ser una prioridad".
 

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